Cómo han cambiado los juguetes...

Si echamos la vista atrás es una lástima ver cómo ha cambiado la forma de divertirse de los niños de hoy en día. Antes, las calles estaban abarrotadas de niños jugando al balón, niñas saltando a la cuerda o padres enseñando a sus hijos a bailar la peonza. Eran tiempos en los que la tecnología  aún  no había llegado a sus vidas.

Ahora, es más fácil ver grupos de niños sentados en un parque ensimismados con sus consolas de última generación que jugando al escondite… Los videojuegos, los ordenadores e incluso los smartphones han ganado la batalla en el corazón de los pequeños frente a los juegos de mesa o los ratos al aire libre, pero estamos a tiempo de frenar esto. Los padres, pueden hacer mucho por sus hijos inculcándoles el valor de divertirse mediante algo que no requiera de una pantalla.

Jugar en el parque, en grupo con otros niños, fomenta la participación y también su creatividad. Aprenden a relacionarse y cualquier objeto se convierte en un estímulo para su imaginación. Además, los juegos al aire libre también son una forma de que hagan ejercicio.

El escondite, la pelota, la cuerda, el hula hoop, el pilla-pilla… Magníficos y divertidos juegos que deberíamos volver a inculcar a los peques de nuestra sociedad.

Tampoco hay que llegar al extremo y prohibirles los videojuegos o el ordenador, pero sí se les debería controlar y dosificar las horas que tienen acceso a ellos. Para su próximo cumpleaños, ¿por qué no regalarle un juego de mesa en vez de un juego nuevo para su Playstation?